Warning me… To read the signs, carefully!
Now that it’s time

Now that the hour hand has landed at the end

Now that it’s real

Now that the dreams have given all they had to lend

I want to know do I stay or do I go

And maybe try another time

And do I really have a hand in my forgetting?
Now that I’ve tried

Now that I’ve finally found that this is not the way

Now that I turn

Now that I feel it’s time to spend the night away

I want to know do I stay or do I go

And maybe finally split the rhyme

And do I really understand the undernetting?
Yes and the morning has me looking in your eyes And seeing mine, warning me

To read the signs more carefully
Now that its light

Now that the candle’s falling smaller in my mind

Now that I’m here

Now that I’m almost not so very far behind

I want to know do I stay or do I go

And maybe follow another sign

And do I really have a song that I can ride on?
Now that I can

Now that its easy, ever easy all around

Now that I’m hear

Now that I’m falling to the sunlights and a song

I want to know do I stay or do I go

And do I have to do just one

And I can I choose again if I should lose the reason?
Yes and the morning has me looking in your eyes

And seeing mine, warning me

To read the signs more carefully
Now that I smile

Now that I’m laughing even deeper inside

Now that I see,

Now that I finally found the one thing I denied

It’s now I know do I stay or do I go

And it is finally I decide

That I’ll be leaving 

In the fairest of the seasons
1967- Chelsea Girl album, NICO

Sadomasoquismo

agosto 19, 2015

Ultimamente he pensado en todos tipos de relaciones y me encuentro por todos lados con algo que tiene que ver con el sadomasoquismo y me ha hecho pensar mucho. 

Llegué a la conclusión de que una relación sadomasoquista (de índole sexual o no) es aquella en la que ambas partes que construyen esa relación se destruyen mutuamente y no se necesitan látigos, esposas o trajes de cuero o látex. 

La destrucción en cualquier relación es perjudicial, y es peor cuando veo y escucho a diario tantas quejas, pero ahí siguen, con esa persona. Me causan ansiedad al escucharles. 
Y me percato de que hice lo mejor, cuando he terminado con novios que me siguen persiguiendo, como uno después de diez años que lo dejé y lo tuve que bloquear de todos mis contactos, ahora me busca, con 50 kg de más (no exagero, incluso tal vez es más) y teniendo la desfachatez de mostrarme a su hijo de dos años, que tuvo con una edecán que no tiene ni terminados los estudios intermedios. Y yo no lo sabía, la mamá de él me decía que no se había casado que tenía un buen trabajo en la misma ciudad en la que vivía antes de irme a Alemania y corté esa relación porque sentí que esa señora quería algo más conmigo. Y yo estaba con ella, por ella, no por su hijo, mi primer novio. 
Ahora, después de mucho, entiendo. 

También veo fotos de mis ex y veo porqué son mis ex, no me gusta su aspecto, lo que criticaron de mis gustos es lo que hacen, lo que comen… 
No han salido de un pueblito, me critican por leer cuando uno de casi 40 años está jugando Nintendo (sí, Nintendo y no XBox) cuando le dije que sólo bebía vino tinto y chocolate como botana, y ahora así son sus cenas «románticas» con la novia que tiene, a quien pudo manejar a su antojo… No como a mí, criticando que mis jeans eran muy chicos y asustándose de mi talla porque está rodeado de gordas y yo me la vivía corriendo y en el gym. Con el maquillaje, porque la de ahora no usa, cuando me decía que no me podía llevar a un partido de basketball porque estaba trabajando y me tenía que cuidar… Pero, a ella la lleva y la deja sola en las gradas, no se pone celoso. Conmigo no salía a la playa porque no le gustaba que me vieran en bikini o ni siquiera en short. Es risible, cómico y a la vez lastimero. Pero es mi ex y no tengo intención alguna en estar con el de nuevo. 

Veo lo que tengo y lo que soy, lo que he logrado, y a través de los años soy una persona muy distinta, pero mi esencia es la misma. 

Gasté en perfumes Chanel para mi ex prometido, tiempo, estuve con él en hospitales, pero llegó un momento en el que ya dudaba, despertaba y sentía un dolor en el pecho, empecé a fumar mucho. Había muchas señales… Dos canciones me ayudaron a decirme, a dejarlo, a cancelar mi boda, a dejar un pueblo donde no conseguía leche de soya ni de almendras más que en el súper, a darme cuenta de que sigo amando Alemania, pero no por él. Así de fácil. Y así de complejo. 

Dejar mi ropa, mis perfumes, zapatos, ver cristales rotos y escuchar sus gritos mientras tomaba mis maletas y me metía al taxi para dirigirme al aeropuerto. No fue fácil, no es fácil. 

Pero aquí estoy. 
Después de ver lo que he dejado, lo que soy, lo que tengo, pero todavía no veo el futuro.