These Days
abril 26, 2015
I was walking around, just a face in the crowd
Trying to keep myself out of the rain
Saw a vagabond king wear a styrofoam crown
Wondered if I might end up the same
There’s a man out on the corner
Singing old songs about change
Everybody got their cross to bare, these days
She came looking for some shelter with a suitcase full of dreams
To a motel room on the boulevard
I guess she’s trying to be James Dean
She’s seen all the disciples and all the «wanna be’s»
No one wants to be themselves these days
Still there’s nothing to hold on to but these days
These days – the stars seem out of reach
These days – there ain’t a ladder on the streets
These days are fast, nothing lasts in this graceless age
There ain’t nobody left but us these days
Jimmy shoes busted both his legs, trying to learn to fly
From a second story window, he just jumped and closed his eyes
His momma said he was crazy – he said, «Momma, I’ve got to try.
Don’t you know that all my heroes died?
And I guess I’d rather die than fade away.»
These days – the stars seem out of reach
But these days – there ain’t a ladder on the streets
These days are fast, nothing lasts in this graceless age
Even innocence has caught the midnight train
And there ain’t nobody left but us these days
I know Rome’s still burning
Though the times have changed
This world keeps turning round and round and round and round
These days
These days – the stars seem out of reach
But these days – there ain’t a ladder on the streets
These days are fast, love don’t last in this graceless age
Even innocence has caught the midnight train
And there ain’t nobody left but us these days
These days – the stars seem out of reach
These days – there ain’t a ladder on the streets
These days are fast, nothing lasts
There ain’t no time to waste
There ain’t nobody left to take the blame
There ain’t nobody left but us these days
Esta Noche
octubre 4, 2010
Y así me quedé en la cama, con pañuelos teñidos de lágrimas negras, con la humedad empapando las paredes de la habitación. Con el reflejo del aroma de tu cabello y las manchas de sangre en la cama, aún tibia en esta noche tan fría y tan amarga.
Con hambre y en silencio; sorteando figuras entre las manecillas de los relojes que no llenaban un vacío, pero desbordaban en delirios. La fiebre era contagiosa, y de dos cuerpos con la tarde convertida en noche, nos hicimos una sombra. Con canciones, cuentos, y poesía llena de sollozos.
Con la cara roja, reflejada en la tuya, con los ojos sin poderlos abrir, sin dirigirnos siquiera una mirada. Fríos, pero sin la distancia que había antes. Con un miedo que es pasado, con recuerdos que no existen.
Con un corazón que no desea verte, con mis manos heladas y mi piel en la tuya; debiéndome tanto y yo debiéndote nada. Con un paso en el estribo y con otro en el abismo.
Me he quedado con sueños en los bolsillos de mis pantalones tirados en el piso, y con ilusiones rotas, llenas de desprendimiento, de frialdad y de cordura.
Ahora niego mi pasión, y veo libros, fotos, cartas… cigarrillos e imágenes de lo que no pasó nunca.
Te pienso, escribo… y apenas puedo respirar.
Un Trayecto
septiembre 11, 2010
Llevo una mochila con mi cámara y mi laptop. También una maleta con rueditas. Ambas negras. De la maleta va colgando mi cosmetic case, que es de un tono rosa claro y acero. Pesa bastante.
No tengo prisa, pero mi mente y los relojes hacen que corra.
Mi sobrino, me pregunta hacia dónde voy y cuándo regreso. Mi respuesta es un: No sé.
Se retrasa el autobus y sigo esperando, haciendo fila, parada con unos tacones que miden 10 cm y son de aguja. Los tacones de mis botas (que no guardé para ahorrar espacio, o si quieren saber la verdad porque me gusta cómo se me ven).
El sol es asfixiante. Al fin subo al autobús. Pero no puedo ver por las ventanas.
Enciendo el Ipod y no encuentro ni una sola canción que aligere el viaje, todo es recuerdo; todo es pensar, pesar.
Me lastima demasiado la luz que hay allá afuera. Tampoco puedo dormir.
Estoy perdiendo señal en el teléfono. Me siento incomunicada. El sol no se oculta. Calcina tanto mis ojos como mi piel.
Me mareo. Trato de ver el paisaje. Todo lo que alguna vez fue verde, ahora es café, amarillo. Todo está seco.
Paso por puentes y observo la vegetación, pero ya no está. Son mis recuerdos. Hacía años que no transitaba esa carretera. Y la mueca que mi rostro ofrece es no sé si a causa del sol, o de lo que (no) veo.
¡Tengo señal de nuevo en el teléfono! Pero no hay quien reciba mis mensajes o llamadas.
Empiezo a disparar, sí; empiezo a disparar.
A través del teléfono me tapo el rostro y veo el sol, su ocaso, las nubes, y cómo se esconde. Veo pinos y los cambios de color en toda aquella atmósfera.
No me percato de cuando entro a la ciudad, hasta que el cielo es gris, y una ligera llovizna empapa los vidrios del autobús.
Casi he llegado.
De repente suena el teléfono y veo que tengo un mensaje.
«Estoy aquí esperándote».
Y eso basta para que baje del autobús, con el reloj haciéndome correr aún más.
Post Moderno 2.0
enero 14, 2010
Deborah despertó esa mañana y vió que sus botas no estaban en el lugar acostumbrado… un aroma embriagante se distinguía por toda la habitación… la puerta estaba entrecerrada y por el pasillo se escuchaban algunos pasos.
Deborah casi no podía respirar, tomó su bata de seda y cubrió su desnudez con esta, mientras de puntillas se acercaba a la puerta y veía las piernas de un hombre caminando por el pequeño saloncito que estaba al otro lado del pasillo.
-No puede ser- Pensó.
Pero si el avión había desaparecido.
Y así había sido. Martin había vuelto, no estaba muerto.
Y Deborah sólo pudo cerrar la puerta de su alcoba y llorar lo más sigilosamente que pudo, tirándose en la misma alfombra gris. Pensando en lo que había hecho, y en lo que haría…
Continuará…
Estoy cruzando las barreras…
agosto 27, 2009
¿Quién puede creer en las palabras?
¿Quién puede creer en los besos?
¿Quién puede creer ya en estos momentos?
Hoy se escuchó un ultimatúm entre sollozos y quejidos, se escuchó una orden. Una voz que decía:
«Si vamos a estar juntos, es sin estar a medias y me refiero a TODO O NADA»
Nunca creí escuchar eso después del infierno que he vivido… hoy los ojos se iluminaron y brillaron, llenándose de una mezcla de lágrimas y la alegría de una sonrisa. Me percaté del contraste de lo que hay o ha habido en mi vida.
No me importaba el estado en que se encontraba o la hora que era… había tantos recuerdos.
Fotografías, su voz y mi voz grabadas en vynil, sus guitarras… hoy por fin sentí pasión y compartí mi desesperación, una desilusión de la que no me había podido apartar. Vi como sus pupilas se dilataron y vi como los ojos de un demonio se volvieron los de un ángel.
Torné a un sentido común y pregunté el por qué… la respuesta fue algo inesperado.
Vinieron más preguntas, repetidas una tras otra y yo sólo podía atinar a decir que él nunca lo había entendido. Pero me dijo que yo merecía algo mejor.
¡¿Cuántas veces no me lo han dicho ya?!
Sin embargo por todo este tiempo ahora me doy cuenta de a quien en realidad quiero.
No deseo al que me adoró.
Tampoco al que dice quererme.
Quiero estar con quien me dice TE AMO. Y no por las palabras, sino por el sentido y el significado que le da a mi vida. A nuestra vida.
Quiero un espacio en la oscuridad y quiero volar, quiero tomarlo de las manos y dejarnos llevar, quiero reflejarme en él, y quiero volver a vivir.
Lo podremos lograr… es la ingógnita a resolver, es el idilio a alcanzar, es el sueño del que no queremos despertar.
Te echo de menos, claro que si, pero lo repito de nuevo… si sucede otra vez, te volverías mi asesino y bien sabes porqué.
Tan sólo dame las estrellas bajo un manto verde, vuela, vuela hacia mi… destruye lo que nos separa y no esperemos hasta el fin. Déjame abrazarte y llorar en tu hombro, déjame marcarte un beso que sea invisible.
No me digas más, yo sé lo que siento, no me retraigas.
Ahora veo qué forma tomaste, el cómo cambiaste y me sigo viendo… aún ccon el paso del tiempo.
Tengo miedo, no quiero llorar, no quiero ver las promesas rotas, no quiero romper nada más. No quiero ver más el reloj, no quiero ver las horas pasar llevándose mi felicidad.
Quiero volver, quiero regresar, quiero por primera vez saber lo que es amar y quiero vivir, como lo dijiste:» juntos y si es juntos es para no separarnos jamás.»
Solitude
junio 1, 2009
Y ¿cómo no odiar los cantos al viento? Las deambulantes sombras de tu presencia en mis memorias; en un libro, en una pantalla; cuando el viento levanta el polvo y lastima la cara; cuando los ojos lloran por el aire seco y las lágrimas agrias consumidas en el cristal del rocío de tus ojos, de mi reflejo, de los años de ausencia que nunca más se tendrán, de estar contigo en ese sueño, del que atormentada desperté, cuando no te vi.
Teñida de sangre… en un vestido blanco de novia ella se encotró. Sola abandonada, sin refugio, sin oídos, con ojos mirando el horizonte de un crepúsculo siendo iluminado por el atardecer de un día de mayo, el sentimiento más negro, más vil más oscuro, ese que provocaste para que ella hiciera eso.
Tomar la falda en sus manos, desgarrarla y con ella querer evitar esos sentimientos… despoblada de lejanos parajes, la consumasión de un acto que no podría ser más mortal que el dolor que causaste. Las promesas rotas y afligidas, el cabello lleno de venganza, furtivo al viento, los rizos encrespados y el carmesí de unos labios que ahora eran más que blancos. La mirada llena de dolor, la palidez de esa faz, la sonrisa que nunca resplandecería más…
Resucitar de una muerte, de un asesinato para quedar sin alma, para sólo sentir el vacío, la nada…escuchar los sollozos que llegarían más tarde con el paso de las horas, de los días, de los meses, de los años, escuchando tu voz, diciendo las palabras mudas, cerrando los ojos ante tu mirada ciega, ante esa que no quiso verla más, sin un por qué, sin una razón, sin más, que con tres frases te fuiste…
Te Amo
Te Amo
Te Amo
Es verdad; o eso dijiste… matarte, si ya estás muerto así, o ¿es acaso que también fue una mentira cuando decías que no podías vivir sin mí?
Cobardía, hipocresía, mentiras, dinero y distancia, enfermedades, hospitales, píldoras y tristeza son ahora los que nos separan, son ahora los que me recuerdan que no quiero volver a ti, que no usaré ni ese vestido, ni ningún otro; para nadie más.
Más de un mar que veo entre la encallada playa me recuerda a ti, las lágrimas caen el suelo y los ojos se tiñen de negro, la piel se marchita y un desmayo hace que pierda la poca fuerza, el cuello se ha quebrado, la novia muerta está. El funeral se ha señalado y los invitados están listos para desdeñar…
¡Malditos!
Se escucha desde el féretro, las ansias, el dolor, la angustia de estar presa, de estar sola, de vivir la muerte en vida, de sentir el dolor de la soledad, quizá por última vez.
Canción de Primavera
marzo 24, 2009
Salen los niños alegres
de la escuela,
poniendo en el aire tibio
del abril canciones tiernas.
¡Qué alegría tiene el hondo
silencio de la calleja!
Un silencio hecho pedazos
por risas de plata nueva.
Voy camino de 1a tarde,
entre flores de la huerta,
dejando sobre el camino
el agua de mi tristeza.
En el monte solitario,
un cementerio de aldea
parece un campo sembrado
con granos de calaveras.
Y han florecido cipreses
como gigantes cabezas
que con órbitas vacías
y verdosas cabelleras
pensativos y dolientes
el horizonte contemplan.
¡Abril divino, que vienes
cargado de sol y esencias,
llena con nidos de oro
las floridas calaveras!
Federico Garcia Lorca
Love Theme…Your Princess?
febrero 12, 2009
There is an End
diciembre 31, 2008
Words disappear,
Words weren’t so clear,
Only echos passing through the night.
The lines on my face,
Your fingers once traced,
Fading reflection of what was.
Thoughts re-arrange,
Familar now strange,
All my skin is drifting on the wind.
Spring brings the rain,
With winter comes pain,
Every season has an end.
I try to see through the disguise,
But the clouds were there,
Blocking out the sun (the sun).
Thoughts re-arrange,
Familar now strange,
All my skin is drifting on the wind.
Spring brings the rain,
With winter comes pain,
Every season has an end.
There’s an end,
There’s an end,
There’s an end,
There’s an end,
There’s an end.
24 de Diciembre
diciembre 31, 2008
Luna que fue concebida.
Años que se vieron formados en recuerdos.
Estrellas en los salones.
Enlazados por algo más que intangible.
Bailando un vals interminable.
Risas y sonrisas.
Vino y besos robados.
Mordidas de tus labios.
Mientras arañaba tu espalda.
Canciones de entre tus dedos.
Rizos al aire, hundido en mi perfume.
Vueltas y giros, piruetas y desfiguros.
Flotando…
Cristales Rotos.
Noche interminable.
Fantasía sin igual.
Amanecer dentro de un columpio que sonreía.
Felicidad y Alegría.
Tú y yo de nuevo.
La más pura de las emociones.
Irradiando brillo entre las copas.
Danzando entre sábanas rosas.
Buscando un lugar que siempre me perteneció.
El mismo que has encontrado desde hace tanto.
Iluminando las noches que se volvían días.
El amor de una ilusión se transformó en realidad.
Y en estas noches como días,
no hubo más que alegorías, dichas y nunca mayor alegría.
Sólo con el nacimiento de ella.
Dedicado a el mayor de mis amores…