The nightmare comes

enero 22, 2018

Y te apareces como si nada.

Un trueno, llanto sin ti, sin que existas… de repente te haces presente con mentiras, deshaces la ilusión en la que vivo, a la que no perteneces, porque no pienso en ti.

Más, ya no más, ¿cuánto tiempo te  dije que no te quería ver ni hablar contigo?

 

Dejaste de hablarme cuando no te necesitaba ni mucho menos necesitaba saber de ti y de tus mentiras, pero no pudiste más con tu inseguridad y mi fuerza al no saber de mí.

 

Tu vida quedo arruinada, por ti mismo.

Me agrada que sólo puedas dormir con drogas, me gusta saber que a tu alrededor sólo hay muertos, que sólo das lástima y por eso sigues con tu ex esposa que te fue infiel con quien sabe cuántos hombres y mujeres en menos de un año…

 

Hablas de tu ex novia muerta y de tu habilidad por las personas necesitadas, pero no te ver a ti mismo en el espejo.

 

No eres nada, ya no.

 

No lo fuiste para mí, y jamás serás algo, te has rebajado a menos cero.

 

Siente el frío, no cuando te masturbas pensando en mí, sino cuando estás realmente solo y la nieve y la lluvia te mojan, porque caminas con tu cara de 53 años arrugada, bajo el sol y ya no brillas.

Te has quemado y esfumado.

 

Tus cenizas han sido barridas y el único recuerdo que existe son esas alas que me diste…

 

Adiós Jeroen Stemerdink.

 

Sadomasoquismo

agosto 19, 2015

Ultimamente he pensado en todos tipos de relaciones y me encuentro por todos lados con algo que tiene que ver con el sadomasoquismo y me ha hecho pensar mucho. 

Llegué a la conclusión de que una relación sadomasoquista (de índole sexual o no) es aquella en la que ambas partes que construyen esa relación se destruyen mutuamente y no se necesitan látigos, esposas o trajes de cuero o látex. 

La destrucción en cualquier relación es perjudicial, y es peor cuando veo y escucho a diario tantas quejas, pero ahí siguen, con esa persona. Me causan ansiedad al escucharles. 
Y me percato de que hice lo mejor, cuando he terminado con novios que me siguen persiguiendo, como uno después de diez años que lo dejé y lo tuve que bloquear de todos mis contactos, ahora me busca, con 50 kg de más (no exagero, incluso tal vez es más) y teniendo la desfachatez de mostrarme a su hijo de dos años, que tuvo con una edecán que no tiene ni terminados los estudios intermedios. Y yo no lo sabía, la mamá de él me decía que no se había casado que tenía un buen trabajo en la misma ciudad en la que vivía antes de irme a Alemania y corté esa relación porque sentí que esa señora quería algo más conmigo. Y yo estaba con ella, por ella, no por su hijo, mi primer novio. 
Ahora, después de mucho, entiendo. 

También veo fotos de mis ex y veo porqué son mis ex, no me gusta su aspecto, lo que criticaron de mis gustos es lo que hacen, lo que comen… 
No han salido de un pueblito, me critican por leer cuando uno de casi 40 años está jugando Nintendo (sí, Nintendo y no XBox) cuando le dije que sólo bebía vino tinto y chocolate como botana, y ahora así son sus cenas «románticas» con la novia que tiene, a quien pudo manejar a su antojo… No como a mí, criticando que mis jeans eran muy chicos y asustándose de mi talla porque está rodeado de gordas y yo me la vivía corriendo y en el gym. Con el maquillaje, porque la de ahora no usa, cuando me decía que no me podía llevar a un partido de basketball porque estaba trabajando y me tenía que cuidar… Pero, a ella la lleva y la deja sola en las gradas, no se pone celoso. Conmigo no salía a la playa porque no le gustaba que me vieran en bikini o ni siquiera en short. Es risible, cómico y a la vez lastimero. Pero es mi ex y no tengo intención alguna en estar con el de nuevo. 

Veo lo que tengo y lo que soy, lo que he logrado, y a través de los años soy una persona muy distinta, pero mi esencia es la misma. 

Gasté en perfumes Chanel para mi ex prometido, tiempo, estuve con él en hospitales, pero llegó un momento en el que ya dudaba, despertaba y sentía un dolor en el pecho, empecé a fumar mucho. Había muchas señales… Dos canciones me ayudaron a decirme, a dejarlo, a cancelar mi boda, a dejar un pueblo donde no conseguía leche de soya ni de almendras más que en el súper, a darme cuenta de que sigo amando Alemania, pero no por él. Así de fácil. Y así de complejo. 

Dejar mi ropa, mis perfumes, zapatos, ver cristales rotos y escuchar sus gritos mientras tomaba mis maletas y me metía al taxi para dirigirme al aeropuerto. No fue fácil, no es fácil. 

Pero aquí estoy. 
Después de ver lo que he dejado, lo que soy, lo que tengo, pero todavía no veo el futuro. 
 

Domingo 

May 17, 2015

Domingo

A ella le gusta despertar por las mañanas de un domingo cualquiera tan sólo usando una bata de seda o una camisa de hombre…

Le gusta el frío del piso en el que camina, le gusta ir descalza por la casa mientras se prepara mimosas y las toma como desayuno recostada en un sofá y escuchando música. 
No le gustan los domingos. Son aburridos y no hay nada más aburrido que un domingo. 
Es una especie de Ms.Golightly, sin ser Holly. 

Nunca ha tenido poses, y le encanta estar arreglada, bien peinada y pulcra.
Tiene debilidad por los perfumes y la literatura; pero no cree que pueda vivir sin el cine.
A dónde quiera que vaya encuentra memorias. Pero siempre tiene un rictus de serenidad y solemnidad que las más de las veces cubre, lo mismo que sus chispeantes ojos con gafas de sol. 
Puede que no sea omnipresente. 

Pero si estás atento la encontrarás en la esquina con un vaso de café y empapada por la lluvia, sonriendo.
O en una tetería, con un libro o varios y una libreta y agendas. En una mesa para dos pero estando sola. 
Puede desaparecer entre las butacas del cine, y cuando voltees para encontrarla, ya se habrá ido.
También puede estar en el aeropuerto, sea la hora que sea con una dona y un café, sin dejar su teléfono y un libro en paz. Con gafas de sol. Sí, a la hora que sea.
Ella misma ha marcado sus límites, y su status quo. 

Se han enamorado muchas veces de ella, pero ella no busca a alguien tan sólo por estar, como lo ha dictado la sociedad.
Lee filosofía y semiótica. Se considera pragmática. 

Le dicen que está loca… Voltea, se encoge de hombros y los ignora.

Sin antes no lanzar una mirada asesina… 

Pero hoy, que es domingo… Y que todo el mundo está fuera, se siente dentro de un lugar que no conoce… Estaba acostumbrada a esos domingos en Alemania de comida griega, y cine en casa, un buen vino y paz.
Ahora está en un territorio desconocido para ella, es otro desafío. Otro más en su vida.
Extraña mucho escribir y tener esa inspiración para la escritura automática. 
¿De dónde la sacará ahora? 

Sin bosques, con luces, con migrañas… Sin ojos azules que la vigilen. 
Otra vida. 

These Days

abril 26, 2015

I was walking around, just a face in the crowd
Trying to keep myself out of the rain
Saw a vagabond king wear a styrofoam crown
Wondered if I might end up the same
There’s a man out on the corner
Singing old songs about change
Everybody got their cross to bare, these days

She came looking for some shelter with a suitcase full of dreams
To a motel room on the boulevard
I guess she’s trying to be James Dean
She’s seen all the disciples and all the «wanna be’s»
No one wants to be themselves these days
Still there’s nothing to hold on to but these days

These days – the stars seem out of reach
These days – there ain’t a ladder on the streets
These days are fast, nothing lasts in this graceless age
There ain’t nobody left but us these days

Jimmy shoes busted both his legs, trying to learn to fly
From a second story window, he just jumped and closed his eyes
His momma said he was crazy – he said, «Momma, I’ve got to try.
Don’t you know that all my heroes died?
And I guess I’d rather die than fade away.»

These days – the stars seem out of reach
But these days – there ain’t a ladder on the streets
These days are fast, nothing lasts in this graceless age
Even innocence has caught the midnight train
And there ain’t nobody left but us these days

I know Rome’s still burning
Though the times have changed
This world keeps turning round and round and round and round
These days

These days – the stars seem out of reach
But these days – there ain’t a ladder on the streets
These days are fast, love don’t last in this graceless age
Even innocence has caught the midnight train
And there ain’t nobody left but us these days

These days – the stars seem out of reach
These days – there ain’t a ladder on the streets
These days are fast, nothing lasts
There ain’t no time to waste
There ain’t nobody left to take the blame
There ain’t nobody left but us these days

El siguiente cumpleaños

diciembre 3, 2014

Hace mucho que no escribo acerca de mí, este año ha sido sorprendente en muchas maneras, y las sorpresas no me gustan (lo saben aquellos que me conocen) pero aún así he tenido la mayor felicidad y una meta casi realizada, porque no era así como me imaginaba llegar.

Hace años me especialicé en español (ELE) y el estudio de lenguas germánicas y anglosajonas. Sí, soy lingüista.

Pero sólo me quedé con los libros, de entre los libros y la fotografía apareció alguien mágico en mi vida, y con él el mundo cambió totalmente.
Ahora mi casa está en Alemania, tengo mi biblioteca personal con libros nuevos y de segunda mano, en diferentes idiomas. Hay un piano en la sala, y tengo películas de Woody Allen, voy al cine alternativo, como comida orgánica y casi me he vuelto vegana.

Falta un día para mi siguiente cumpleaños, han pasado otras cosas, pero no las discutiré aquí ni conmigo, ya pasaron y punto. Hay frío, nieve…

Soy casi feliz sino existieran los recuerdos, traumas y demás.

Hubiera querido escribir poesía, también una lista de mis manías, pero no puedo, me quedé sin tinta, sin sangre, sin fuerzas; casi sin espíritu.

Caí y no puedo salir…

Pasado en el Presente

enero 30, 2014

¿Y cómo olvidar?

Te lloré por más de quince años, te busqué, me encontraste… Nos reunimos.

Por primera vez hablamos, ¿cómo era posible?
Me decías que desde tu antigua ventana veías mi balcón. Todas las noches nos veíamos, íbamos en la misma escuela.
Hacíamos ejercicio.
Nos debemos dolores en las vértebras y mucho estrés.

No hemos cambiado; por lo menos no entre nosotros.

No lloramos cuando nos vimos; nos abrazamos, un abrazo frustrado que no se dio entre los niños que se volvieron adolescentes.

Recuerdas mis piernas, mi cabello ondulado, mis ojos.

¿Estamos muriendo?

No lo sabemos con certeza; pero existe una seguridad de ese amor, tanto como la inseguridad de saber si se cristalizará, si llegaremos…

La vida nos está girando en una ruleta rusa.

Entré a un laberinto en el mismo instante que me tomaste de las manos, en el momento en que dijiste

esta vez no, está vez no te dejaré ir

y tengo miedo.

Tengo miedo por mí, por ti, por las circunstancias, por los cambios, por todo lo que gira a nuestro alrededor y ya no sé quién gira más rápido.

Somos un engrane…
Estamos dentro de un reloj…
Nos cuentan el tiempo, y juntos o no, seguimos.

Es cuando veo que no sólo fue o es una ilusión, han pasado más de quince años, pero, ¿y ahora qué haremos?

Hospitales, salud quebrada, lágrimas, besos robados, besos con sabor a doce años… Manos encadenadas a un pasado y deseando un futuro.

¿Cómo olvidar el pasado mientras vivo contigo el presente?
Me angustia.
Te desgasta.
Me exhausta.
Te cansa.
Y nos queremos.

Odio las circunstancias.
Pero a ti, a ti, jamás.

Te conocí

noviembre 21, 2013

Desde que te conocí, desde esa primera noche tomé tu mano y ya no quise soltarla.

Me preguntabas que por qué lo había hecho.

Y la respuesta era tan sencilla y tan confusa que tuve que explicarte, el efecto de tus pupilas dilatadas en cuanto me viste.
Llevaba un pantalón rosa de pana, tacones altos y un sweater de cuello de tortuga negro.
El cabello suelto y olía a Chanel.

Eso no importaba; importó que desde que vi aquellos ojos brillando ante mi mirar, te tomé tan familiarmente de la mano y tú, no dejabas de verme. Tus pupilas estaban dilatadas, tanto que nunca me habían cautivado unos ojos como los tuyos, o una mirada como la tuya, porque tu mirada era mi reflejo.

Esa fue la primera noche. Pasamos por tragos muy amargos al hablar de cosas que no queríamos saber uno del otro pero que debíamos de saber.
Te acepté.

No fue precipitado.

Tampoco fue un impulso.
Por primera vez siento esto en mi vida. Y tú lo mencionaste un domingo por la mañana en la cama: » No existen los ideales, tampoco existen los príncipes azules».

Te encontré y no te quise soltar.
Te amo demasiado para dejarte ir.

No encuentro manera alguna de soltar este sentimiento. Sólo pienso en el tiempo. Y en que todos los días despierto soñando contigo y teniendo tu sabor en mí.

Pienso en lágrimas y en dolor.
No encuentro «porqués»

Ahora dime:
¿De qué me sirven tantas ilusiones si no estamos juntos?
¿Qué hago con todas las imágenes para mostrarte?
¿Y nuestro brillo?

¿Los libros, los filmes?

Los besos, los abrazos, tus caricias, mi piel en tu piel.

Tus poros dilatados mientras estás dormido. Mientras no dejas que me mueva porque me abrazas muy fuerte.

Tu cabello, largo, corto, peinado, despeinado y la música que bailo con medias de red…

Mi fascinación al verte comer, tu sueño de verme devorar postres.

Sí, ya sé que mi mirada también me delata, y ahora brilla, porque ahora dentro de la oscuridad, mis lágrimas resplandecen al pensarte.
Mi corazón se convulsiona.
El cuerpo se estremece.
Mi cabeza duele…

Mis pupilas ya no se dilatan.
Mis ojos están casi a punto de ser cerrados.

Te amo.

No quiero rosas

noviembre 18, 2013

No quiero rosas.
Esta vez quiero lirios.
Tú me dijiste que serían lirios negros.
Respondí que podrían ser orquídeas negras.
Insististe en los lirios negros.

Me dijiste que me contemplabas, que soy hermosa.
No apartabas tus ojos de mi rostro.
Creí que había aprendido que las palabras no importaban.
Estuve a la defensiva.

Te quiero.
No me puedo apartar de ti.
Estás más unido a mí de lo que pudieras imaginar.

¿Por qué así?

¿Por qué se juntó todo lo malo?

Retrocedí veinte años y he avanzado más de treinta a través de un desierto lleno de espinas y de sal.

La muerte acecha, y está tan cerca del amor…

Mis sueños me traen memorias; el estar despierta hace que el olvido venga a mi mente.

Te encuentras en mis entrañas.

¿Habrá lirios?

¿Seguiré caminando entre las espinas de las rosas carmesí?

La lluvia no se ha detenido.

Nuestra ausencia persiste.

El rencor inició y crece.

Mis deseos son alucinaciones.

Esto es parte de la vida.
Porque la vida es tan surreal que no se puede describir o llamar.

Mis órganos están cansados, el dolor mata.
No hay oxígeno.

Tus besos son necesarios.

Y todo lo que rodea tus labios.

De Noche

noviembre 3, 2012

De tanto deseo, de tanto amor, de tantas noches sin verte, sin tocarte, sin escucharte…

De tanto miedo a perderte, de los viernes que no tuve contigo; ayer… ayer pensé que iba a ser el primero.

Ahora te escribo y siento lo último.

No sé si es dolor, pero claro es, se llama desilusión.

Te tenía tantos regalos, tantas cartas por escribir, tantos pensamientos e ideas para construir. Tanto que ahora sólo siento el vacío de una tristeza inmesurable de la cual no me puedo saciar, y mucho menos alejar. Me invade, tanto o más como algún día lo hiciste.

¿Te dije que te quiero?

Sí, te quiero. y me siento mal. Tanto ha cambiado en unas horas que vivo con dolor y pánico constante, estoy en agonía.

Mi muerte, mi cuerpo, mi mente de repente ya no significan nada; el dolor es ver que mi cuerpo no funciona como debería, el dolor es ver que mi corazón tampoco lo hace, el vacío que siento es el que provoca tu ausencia.

Estoy muy cansada, quiero dormir, quiero soñar.

Ya no quiero despertar para encontrarme con una negativa tuya, jamás.

Escucho cristales, giro, veo a los árboles, las sillas están vacías, el invierno se acerca.

Miedo crónico, mientras critican, mientras piensan (quiero creer que piensan), mientras hablan; no, yo no puedo cambiar.

Me lastimé las manos por ti, volví a escribir por ti.

INICIÉ QUERIÉNDOTE A TI.

Me ha costado mucho trabajo la vida, me ha costado lágrimas este andar, dedos ensangrentados y muchos ecos, muchas ilusiones puestas como velas en un altar.

Me entregué, con lo más preciado, con mis pensamientos. Pero no bastó.

Y yo no quiero pelear, tengo miedo de una ausencia más.

Tengo miedo de mi propia ausencia y no regresar. Amoche, anoche no recuerdo bien, pero parecía sangre, ojos cerrados, mareos, discusiones, y una llamada desde mi antiguo lugar de trabajo, de quien se decía mi enamorado desde hace dos años.

Ayer hubo llamada a una ambulancia, ayer hubo desintoxicación, lágrimas, dolor, negación, miedo, incertidumbre, terror, me aferraba a una almohada, necesitaba apretar algo con mis manos.

No pude dormir, no sé si lo que dijiste lo inventaron mis oídos o fue verdad.

Existe tanto odio, tanta vanidad, que una noche como anoche, mi cuerpo no soportaría más.

No me gusta que me conozcan, no me gusta que no te puedo tomar de la mano, no me gusta que no te puedo ofrecer todo lo que tengo.

No me gusta que me critiquen, y tú no estés de mi lado.

No quiero estar sin ti.

Pero necesito, necesitamos una noche para vivir.

Necesitamos una vida, y yo te necesito a ti…

No

septiembre 27, 2012

Y no es que yo busque. Sin quererlo a mí me encuentran.
Entonces se introduce el caos.
Un nuevo comienzo a partir de las cenizas que van volando.
Ya no.
Me cansé de saber lo que significa un corazón roto. Me harté de encontrar desilusiones.
No soy como tú, ni como los demás.
Pero eso no me hace menos.

Me he levantado más veces que cualquier otro ser animado.
Pero no tengo una necesidad de contar mis triunfos para que me admiren después de conocer un fracaso que se denota en lágrimas.

Conozco el dolor en todas sus formas y manifestaciones.
Mi estómago da vueltas.
Mis piernas se congelan.
Mi sangre es bombeada con más velocidad.

Pienso en la ilusión y recuerdo olas, la noche, la luna y gotas de lluvia. Sí, tal vez tenga miedo.
Pero ¿Por qué? ¿A qué?
Tal vez a la misma historia contada en diferentes momentos y como una leyenda; cambiante con el paso del tiempo.

No quiero finales felices, ni tampoco quiero inicios dolorosos.
Este hartazgo es un hilo, tan ligero y delicado como el de una araña, pero también con el mismo peligro.
Un hilo en el cual he caminado… Por mucho tiempo.

Sangro, no me importa que brinque sobre el frío concreto, es estable.
Y tú no eres lo suficientemente fuerte para crear un terremoto que me haga temblar y que ponga mis pues por encima del suelo.

No hay pregunta; ni hubo respuesta.

Esta es una carta al vacío que se quedó en mí y que me tortura. Una carta a la próxima tempestad, como una plegaria para que no llore, ni mi corazón se intoxique.

No me lo merezco.

Y no puedo dar las gracias por una noche incompleta.